En los últimos años, el “todo a la nube” parecía una verdad incuestionable. La mayoría de empresas migraron sus sistemas a proveedores cloud como AWS, Google Cloud o Azure, atraídas por la escalabilidad, flexibilidad y modelo de pago por uso. Sin embargo, en 2024 estamos viendo un cambio de rumbo en algunas organizaciones, especialmente en medianas y grandes empresas: el retorno al on-premise.
¿Estamos asistiendo a una involución tecnológica? Todo lo contrario. Te explicamos por qué el on-premise está volviendo con fuerza —y en muchos casos, por razones muy bien fundamentadas.
🔒 1. Mayor control y seguridad de los datos
Uno de los principales motivos del retorno es el control total sobre los datos sensibles. En sectores como salud, legal, administración pública o finanzas, almacenar información crítica en servidores propios reduce riesgos legales, asegura el cumplimiento de normativas como el RGPD y evita posibles accesos no autorizados por parte de terceros.
Además, las soluciones on-premise permiten aplicar políticas de seguridad personalizadas, segmentar redes a medida y tener visibilidad completa del tráfico.
💸 2. Costes a largo plazo más predecibles
La nube ofrece un modelo flexible, pero también difícil de predecir. Muchas empresas han visto cómo los costes se disparan por picos de uso, transferencias de datos o almacenamiento no optimizado.
El on-premise implica una inversión inicial mayor, sí, pero a menudo resulta más rentable a largo plazo, sobre todo en infraestructuras con cargas constantes o muy altas.
⚙️ 3. Rendimiento optimizado y latencia mínima
Tener los servidores físicamente en la empresa o en un centro de datos cercano permite una reducción significativa en la latencia, algo crítico para aplicaciones sensibles como software contable, ERP, sistemas industriales o virtualización de escritorios.
El rendimiento también es más predecible, al no depender de redes externas ni de recursos compartidos.
🌍 4. Soberanía digital y desconexión controlada
La guerra en Ucrania, sanciones internacionales y cambios en políticas de proveedores cloud han demostrado que la dependencia tecnológica puede ser un riesgo estratégico.
Con infraestructuras propias, una empresa puede operar de forma autónoma, incluso si hay caídas de servicios globales, restricciones geopolíticas o cambios en los términos del proveedor.
🛠️ 5. Infraestructura híbrida: lo mejor de ambos mundos
La tendencia actual no implica necesariamente abandonar la nube, sino utilizarla de forma más estratégica. Muchas organizaciones están optando por arquitecturas híbridas, donde combinan lo mejor del on-premise con los servicios cloud.
Por ejemplo:
• Correo y colaboración en la nube (Office 365 / Google Workspace).
• Servidores de aplicaciones y bases de datos críticos on-premise.
• Backups replicados en cloud para redundancia.
La tendencia actual no implica necesariamente abandonar la nube, sino utilizarla de forma más estratégica. Muchas organizaciones están optando por arquitecturas híbridas, donde combinan lo mejor del on-premise con los servicios cloud.
🔚 Conclusión
Lejos de ser un retroceso, el regreso parcial al on-premise es una muestra de madurez tecnológica. No se trata de elegir entre blanco o negro, sino de adoptar un enfoque estratégico que combine eficiencia, seguridad y control.
En un entorno cada vez más complejo, adaptar tu infraestructura a tus necesidades reales —y no solo a las modas tecnológicas— puede ser la mejor decisión para tu negocio.
